
El proyecto de infraestructura, diseñado de forma tradicional 15 años antes del inicio de las obras fue evolucionado a BIM antes del inicio de las obras permitiendo planificar de forma eficiente los trabajos, detectar interferencias y estructurar la información de manera coherente. Durante la fase de construcción, se llevó a cabo un seguimiento riguroso de la obra, vinculando datos técnicos, plazos y documentación al modelo, lo que permitió generar un modelo As-built progresivo y preciso, útil para la gestión futura de la infraestructura. Una de las claves del proyecto fue la conexión estable de toda la documentación de la obra con los diferentes elementos de los modelos a través de las funcionalidades de VIRCORE que sirvió tanto para el seguimiento diario como para disponer del repositorio central organizado al final del proyecto.
Durante el proyecto de construcción de la infraestructura, se desarrolló el proyecto de diseño de la superestructura por otra ingeniería. El CDE permitió que dicha ingeniería pudiera utilizar los modelos BIM de infraestructura más actualizados evitando de esta forma errores e ineficiencias en el diseño de las instalaciones.
El proyecto de construcción y montaje de superestructura se dividió en dos lotes e INGECID lideró uno de ellos siguiendo con los mismos principios que los establecidos en el proyecto de construcción de infraestructura.
Este proyecto demuestra el valor de la digitalización en grandes obras lineales, mejorando la coordinación entre agentes, asegurando la trazabilidad de los procesos y facilitando la toma de decisiones durante todo el ciclo de vida de la infraestructura. Claramente el proyecto permitió abordar los pilares de la transformación digital: los procesos, las personas y la tecnología.













